Radamel Falcao, Triunfa En La Liga Europea y Exalta La Gloria de Dios

(Internet / Redacción y Edición Solo Para Ti Radio.com).- Se llama Radamel Falcao García Zárate. Radamel, como su padre y casi como un personaje de la ópera Aída; Falcao, en honor a Paulo Roberto Falcao, una de las leyendas del fútbol carioca de los años 70 y 80. Su vida siempre ha estado ligada al futbol. Desde su nacimiento en Santa Marta, Colombia su padre lo guio desde muy pequeño y mostró su afición por el fútbol, siendo hincha del Club Unión Magdalena.

Pero le dicen simplemente Falcao o el Tigre, por su fiereza para anotar goles y dar zarpazos en aquella zona poblada y difícil que se conoce como “el área chica“. Allí, donde solo triunfan los cracks, está triunfando este samario de 26 años que acumula una estela de victorias en Argentina, Portugal y España. Pep Guardiola, el mítico director técnico que convirtió al Barcelona en uno de los más extraordinarios equipos de la historia, dijo de él que “posiblemente es el mejor jugador de área del mundo ahora mismo“.

SU TESTIMONIO FUERA Y DENTRO DE LA CANCHA

Pero más allá de la competencia deportiva, Falcao ha demostrado su testimonio dentro y fuera del campo. En el fútbol es muy frecuente que los jugadores se salgan de las casillas durante el fervor deportivo y traten de vengarse por alguna falta que les cometan. Esto pasó en el 2008, cuando jugaba para el River Plate argentino, durante un partido local con el San Lorenzo. En una jugada donde disputaba el balón con Sebastián Méndez, éste clavó con brutalidad la suela de su calzado deportivo en el riñón derecho del colombiano cuando ambos disputaban un balón. Para Méndez era la venganza de una zancadilla que Falcao le había propinado en el torneo anterior. Radamel recibió con fuerza el golpe, cayó al piso y después de unos pocos segundos se levantó con calma, sin mirar a su agresor, y siguió jugando tranquilamente. Méndez fue expulsado y después el partido terminó. El preguntársele por la jugada, Radamel no le dio importancia y dijo que no creía  que Méndez hubiera tenido con mala intención, dando una lección de perdón en el campo de fútbol. Por esto dentro del ámbito deportivo es respetado y todos sus compañeros hablan bien cuando se refieren a él.

Radamel, a pesar de ser una figura de reconocimiento mundial en este deporte, en su vida privada ha mantenido un testimonio cristiano transparente, tanto así que los medios de comunicación empiezan a exaltar esa cualidad. Su vida personal es conocida como un deportista centrado que no ha tenido líos de drogas, fiestas o amoríos desenfrenados. 

“CREE Y VERAS LA GLORIA DE DIOS”

Por estos días el mundo está reconociendo por todo lo alto y en todos los idiomas y medios del planeta el talento deportivo y el testimonio cristiano de un futbolista sudamericano que es la sensación, no solo en el fútbol europeo, con la reciente obtención de su segundo título de La Liga Europea (UEFA Europa League), con el Atlético de Madrid, luego que lo hiciera con el Porto Portugués y con las mismas credenciales, goleador absoluto del torneo. La Selección Colombia confía en él para acudir a la próxima Copa Mundo.

Son muchas las cosas que en estos momentos está viviendo Falcao, pero lo que sí tiene bien claro es su fe en Jesucristo. Cuando los medios de comunicación le preguntan sobre cuál es su ídolo preferido, él no vacila en decir que no tiene ídolos, porque los seres humanos fallamos y no está bien idolatrarlos. Por eso para Radamel Falcao el Unico digno de poder recibir toda su adoración y respeto es Jesucristo, a quien trata de parecerse, no solo en su vida privada, sino también en la cancha, donde ha demostrado un testimonio impecable, pues reconoce que su talento ha sido dado por Dios y que debe usarlo para ayudar o inspirar a la gente que está su alrededor.

Aparte de excelente atleta, Radamel Falcao es un real modelo positivo para la juventud por su conducta en la cancha y su vida privada. Un testimonio vivo de un seguidor del Rey de Jesús para un mundo, un mundo que leyó hace pocos días en su pecho, en el idioma que todo el mundo entiende, lo quiera o no, el inglés. “Cree y verás la Gloria de Dios” (Believe and you will see the glory of God).


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