Pobladores de este pueblo buscan evitar que jóvenes usen lenguaje soez en zonas públicas.
(AP / Edición www.soloparatiradio.com).- Los pobladores de Middleborough, un pueblo en el estado norteamericano de Massachusetts con unos 20,000 habitantes, han votado a favor de que el que hable mal en público pague por ello.
En una reunión celebrada anoche, los residentes aprobaron por 183 votos a favor y sólo 50 en contra la propuesta del jefe de la policía local para imponer una multa de 20 dólares a todos aquellos que maldijeran o soltaran palabras ofensivas o palabrotas en la calle.
La idea, dicen las autoridades, no es censurar conversaciones privadas, sino exterminar palabrotas utilizadas por adolescentes y jóvenes en la vía pública.
La medida podría plantear dudas sobre los derechos de la Primera Enmienda (parte de la constitución de EE.UU. que prohíbe el coactar libertades de ciudadanos), pero la ley estatal permite a las ciudades aprobar leyes que dan a la policía el poder de arrestar a cualquiera que “se dirige a otra persona con lenguaje profano u obsceno” en un lugar público.
NOTA IMPORTANTE
En la actualidad hablar y decir malas palabras es algo muy normal y de moda. Ahora cada quien piensa y dice lo que le parece correcto. El significado de respeto, moral y ética se ha ido cambiando según las épocas y ya casi nadie le toma importancia a lo que La Biblia dice. La Biblia nos dice que pensar o decir algo mundano o sucio es un pecado (ofensa) ante los Ojos de Dios.
El lenguaje es algo muy importante pues es la mejor manera de expresión que hay y con este describimos como somos y como es nuestra manera de pensar y vivir.
El habla es la mejor vía de comunicación que los seres humanos tenemos y debemos usarla correctamente. Pero antes debemos ver que dice la Biblia sobre este tema:
“Eviten toda conversación obscena. Por el contario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición de quienes las escuchan”. (Efesios 4:29)
Nos dice que evitemos toda conversación por así decirlo que no nos sirva para mejorar como personas y que por el contrario pueda corromper nuestras mentes. Debemos tener cuidado de las palabras que usamos y con quienes las usamos pues todo lo que digamos dará a reflejar que tan cristianos somos o que tan bien de moral andemos.
“No se dejen engañar: Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”. (1 Corintios 15:33)
En otras versiones dice “las malas compañías… (NVI)”. Es mas que obvio que en este verso nos da a entender lo que dice el refrán: “Dime con quien andas y te diré quien eres”. No podemos esperar hablar de una manera correcta si solo nos llevamos con personas que dicen y piensan de manera informal e indecente. Por eso hay que saber escoger bien las amistades o tratar de llevarlas a Cristo pues aunque nos cueste admitirlo las malas costumbres de los demás a veces se nos pegan.
También recordemos que “de la abundancia de el corazón habla la boca”. Cristo en una de sus enseñanzas ante los fariseos les enseño que era más sucio lo que salía del corazón a través de la boca que de lo que podía entrar por ella.
Algunos dirán que la palabra no es la sucia sino el sentido que le demos, pero Jesús dijo:
Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es la que la contamina.
“Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona”. (Marcos 7:15,20-23)
Todos estos actos que menciono Jesús son pecado, si los pensamos y decimos también vienen siendo pecado.
Ahora veamos que dice Santiago sobre refrenar nuestras lenguas:
Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a Imagen de Dios.
“De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de la misma fuente agua dulce y agua salada”. (Santiago 3:9-11)
No podemos andar diciendo obscenidades, pues como dice este verso no puede ser que con la misma boca que alabamos y hablamos de nuestro Señor andemos diciendo cosas sucias.
En conclusión las malas palabras son una mala costumbre que los seres humanos podemos adquirir al llevarnos con malas personas o también depende del ambiente en que estemos o que hayamos crecido.
Las palabras son el reflejo de nuestros corazones por medio del habla. Tampoco debemos objetar que hasta la persona mas recta alguna vez se le pudo haber salido alguna, mas sin embargo con la ayuda del Espíritu Santo todas estas malas costumbres se nos quitan con el tiempo, ya que el Poder de Dios se perfecciona en nuestras debilidades (2 Corintios 12:9).