A través de un ensayo, un ¨especialista¨ concluye en que el juicio siguió el debido proceso de la época en que aconteció.
(Internet / Edición www.soloparatiradio.com).- Según una investigación realizada por José María Ribas, “experto” del Derecho Romano, detallo en su ensayo ‘Proceso a Jesús’ que la Crucifixión de Cristo fue consecuencia de un proceso judicial verídico y adecuado a las leyes de la época.
Este ensayo fue un minucioso trabajo que involucró 25 años de investigaciones, en el que considera que las interpretaciones que implican que los judíos montaron un juicio de tipo religioso y que los romanos lo hicieron con un matiz político, son dos elementos que no podían ser separados, ya que tienen relación directa entre el delito judío de la blasfemia y el delito romano de lesa majestad.
“En ambos casos se trata de delitos político-religiosos… ponían en duda tanto a las divinidades como sus representantes políticos”, declaró el autor de este ensayo, en el cual comparó el juicio de Jesús con el de otros procesos de la misma época.
“Lo religioso y lo político se mezclaban de una forma difícil de entender desde la mentalidad moderna” agregó Ribas, “Los personajes que intervienen en el proceso contra Jesús no deben ser considerados perversos. Vivieron en las coordenadas de su tiempo y cumplieron con su deber”.
El ensayo contrasta con las acciones llevadas adelante por un abogado keniano, que solicitó a la Corte Internacional de Justicia de la Haya la revocación de la condena a Jesús, argumentando que fueron vulnerados sus ‘derechos humanos’.
NOTA IMPORTANTE
La noche en que fue arrestado, Jesús fue llevado ante Anás, Caifás y la asamblea de los líderes religiosos llamada Sanedrín (Juan 18:19-24; Mateo 26:57). Asimismo el proceso judicial por el Sanedrín sólo podía llevarse a cabo en el Salón de la Sentencia del recinto del templo, lo cual no fue así. Después de esto, fue llevado ante Pilato, el gobernador romano (Juan 18:23), enviado a Herodes (Lucas 23:7), y llevado nuevamente de regreso a Pilato (Lucas 23:11-12), quien finalmente lo sentenció a morir.
Los juicios de Jesús constaron de seis eventos: tres de ellos en una corte religiosa y tres ante una corte romana. Jesús fue juzgado ante Anás el sumo sacerdote saliente; Caifás, el sumo sacerdote en funciones, y el Sanedrín. Él fue acusado en estos juicios “eclesiásticos” de blasfemia, por afirmar ser el Hijo de Dios y el Mesías.
Los juicios religiosos ante las autoridades judías, mostraron el grado en que los líderes judíos odiaban a Jesús, porque ellos desatendían descuidadamente muchas de sus propias leyes. Hubieron muchas ilegalidades involucradas en estos juicios desde la perspectiva de la ley judía:
(1) Ningún juicio debía llevarse a cabo durante alguna celebración, y Jesús fue juzgado durante la Pascua.
(2) Cada miembro de la corte debía votar individualmente para condenar o absolver, pero Jesús fue condenado por una gritería de protestas y desaprobación.
(3) Si se daba la pena de muerte, debía pasar una noche antes de que la sentencia fuera llevada a cabo; sin embargo, solo pasaron unas cuantas horas antes de que Jesús fuera puesto en la cruz.
(4) Los judíos no tenían autoridad para ejecutar a nadie, sin embargo, se las ingeniaron para ejecutar a Jesús.
(5) Ningún juicio debía llevarse a cabo por la noche, pero este juicio se hizo antes del amanecer.
(6) Se debía proporcionar al acusado consejo y representación, pero Jesús no tuvo ninguno.
(7) No debían hacerse preguntas de auto-incriminación al acusado, pero a Jesús se le preguntó si Él era el Cristo.
(8) No debía haber juicios secretos, sólo público.
(9) El procedimiento debía ser primero la defensa y luego la acusación.
(10) Todos pueden argumentar en favor de la absolución, pero no todos pueden argumentar en favor de la condena.
(11) Debería haber dos o tres testigos y su testimonio tenían que estar de acuerdo en cada detalle (Deuteronomio 19:15)
Los juicios ante las autoridades romanas comenzaron con Pilato (Juan 18:23) después que Jesús había sido golpeado. Los cargos llevados contra Él eran muy diferentes a los cargos de Sus juicios religiosos. Él fue acusado de incitar a la gente a una revuelta, prohibiéndole al pueblo pagar impuestos, y clamando ser un rey. Pilato no encontró razón para matar a Jesús, así que lo envió a Herodes (Lucas 23:7). Herodes ridiculizó a Jesús, pero queriendo evitar la responsabilidad política, lo envió de regreso a Pilato (Lucas 23:11-12). Este era el último juicio, por lo que Pilato mandó azotar a Jesús, tratando de aplacar la animosidad de los judíos. La flagelación judía era un castigo terrible y posiblemente consistía de 39 latigazos. Una persona condenada a muerte no podía ser golpeado o azotado de antemano.
En un esfuerzo final por soltar a Jesús, Pilato ofreció que el prisionero Barrabás fuera crucificado y Jesús liberado, pero fue en vano. La turba gritó que Barrabás fuera liberado y Jesús crucificado. Pilato les concedió su demanda y les entregó a Jesús (Lucas 23:25). Los juicios de Jesús representan la máxima mofa de la justicia. Jesús, el hombre más inocente en la historial del mundo, fue encontrado culpable de crímenes y sentenciado a morir por crucifixión. Pero todo con un solo propósito. (adaptado de GotQuestion).
CONTENIDO RELACIONADO
– Juez Absuelve a Policía Que Golpeó a Mujer
– Polémica En Italia: Les Quitan La Custodia De Su Hija Por Ser “Demasiado Viejos”
– Por Qué Walmart y Gap No Firman Acuerdo Sobre Industria Textil En Bangladesh