Gana Lotería y Muere Semanas Después Por Cáncer No Detectado

Donald Savastano, de 51 años, ganó un millón de dólares que pensaba invertir en “su futuro, un nuevo camión y pagar algunas deudas“, pero un cáncer cerebral y pulmonar no detectados a tiempo lo mataron.

Gana lotería y muere semanas después por cáncer no detectado. (Foto: Captura)

(Internet / Edición SoloParaTiRadio)- Donald Savastano murió tres semanas después de haber ganado un millón de dólares en la lotería. Un cáncer no detectado a tiempo lo mató.

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Este hombre neoyorquino de 51 años raspó el 4 de enero un billete de la lotería y consiguió un millón de dólares. Había empezado bien el 2018. Pidió que le dieran todo el dinero en una sola cuota y con los descuentos de los impuestos, solo se llevó US$661.800. “Esto cambiará nuestras vidas“, dijo en ese entonces.

Desconociendo su estado de salud y cuestionado sobre lo que haría con el dinero, Donald Savastano tenía planeado “comprar un nuevo camión, pagar algunas deudas e invertir en el futuro“.

“Al ser un carpintero independiente, no tenía un plan de jubilación. El dinero ayudará para eso. No tengo otros planes extravagantes“, dijo en una entrevista que le realizaron en la cadena WBNG.

Antes de la muerte de Donald, un amigo del hombre se acercó a quien le vendió la lotería para decirle que su amigo estaba muy enfermo y que tenía cáncer cerebral y pulmonar y que “pensaba que no iba a sobrevivir“, según contó una cajera al diario The Independent.

El anterior fin de semana, un obituario con su nombre en una página comunitaria confirmó la muerte del ganador de la lotería, quien murió rodeado de sus familiares.

NOTA DE PIE DE PAGINA DEL EDITOR

El juego puede ser definido como “arriesgar el dinero en un intento por multiplicarlo en algo que va contra las probabilidades”. La Biblia no condena específicamente el juego, las apuestas o la lotería. Sin embargo, la Palabra nos advierte que debemos mantenernos libres del amor al dinero (1 Timoteo 6:10; Hebreos 13:5).

La Escritura también nos anima a mantenernos libres de intentar “enriquecernos rápido” (Proverbios 13:11; 23:4-5; Eclesiastés 5:10). De manera definitiva, el juego está enfocado en el amor al dinero, e indudablemente tienta a la gente con la promesa de riquezas rápidas y fáciles.

¿Qué hay de malo con jugar? Jugar es un asunto complejo, aún si se lo hace con moderación y solamente de vez en cuando. Es un despilfarro de dinero, pero no es necesariamente “perverso”. La gente malgasta el dinero en todo tipo de actividades. Jugar no es ni más, ni menos despilfarro de dinero, que ver una película (en muchos casos), comer una comida innecesariamente costosa, o comprar un artículo inútil. Al mismo tiempo, el hecho de que se desperdicie el dinero en otras cosas, no justifica el juego.

El dinero no debería ser malgastado. El dinero excedente debería ser guardado para necesidades futuras, o dado a la obra del Señor, no perdido en el juego.