¿Cuánto Vale Una Hora de tu Tiempo?

¨¿Papi cuánto ganas por hora?¨. Con voz tímida y ojos de admiración un pequeño recibía a su padre, al término de una jornada de trabajo.

Su padre dirigió un gesto al niño y repuso. ¨Mira hijo, eso ni tu madre lo sabe. No me molestes¨.

¿Cuánto Vale Una Hora de tu Tiempo? solo para ti radio masPero papi!, insistió el tierno muchachito, dime por favor!. La reacción del padre fue menos severa y le contestó, $10.00 dólares la hora.

¨Papi!…me prestas $5.00 dólares?¨, preguntó el pequeño.

El padre se enojó y tratando con brusquedad a su pequeño vástago le dijo, ¨así que esta es la razón de saber cuánto gano eh?…vete a dormir y no me molestes¨.

Había caído la noche y el padre estaba meditando en lo sucedido y se sentía culpable. Talvés su hijo quería comprar algo. En fin, se dijo a si mismo, queriendo descargar su cargo de conciencia y se asomó al cuarto del pequeño.

¨¿Duermes hijo?¨, preguntó tímidamente el progenitor. ¨Dime papi, contestó soñolienta la criatura¨.

¨Aquí tienes el dinero que me pediste¨, respondió el padre. ¨Gracias papi!¨, exclamó el pequeño y metiendo su manito debajo de la almohada, sacó otros billetes. ¨Ahora ya completé, tengo $10.00 dólares, me podrías vender una hora de tu tiempo papito, preguntó el niño.

APUNTE DEL EDITOR

La paternidad puede ser una difícil y espantosa experiencia, pero una de las cosas más plenas y compensadoras que podamos llegar a hacer. Dios tiene mucho que decir acerca de la manera en que podemos criar exitosamente a nuestros hijos para que sean individuos piadosos. La primera cosa que debemos enseñarles es la verdad acerca de la Palabra de Dios.

Junto con el amor a Dios y el ser un buen ejemplo al comprometernos con Sus mandamientos, necesitamos “Repetirlos una y otra vez a nuestros hijos. Hablar de ellos cuando estés en casa y cuando vayas de camino, cuando descanses y cuando te levantes de nuevo. Atarlos a tus manos como un recordatorio y ponerlos en tu frente. Escribirlos en los postes de tu casa y en tus puertas.” (Deuteronomio 6:7-9). Al seguir figurativamente estos mandamientos que Dios dio a los hebreos, enseñamos a nuestros hijos que la adoración a Dios debe ser constante, no reservada para el domingo por la mañana o las oraciones nocturnas.

Aunque nuestros hijos aprendan mucho a través de la enseñanza directa, ellos aprenden mucho más observándonos. Esto es por lo que debemos ser muy cuidadosos en todo lo que hacemos. Debemos primeramente conocer el papel que Dios nos dio. Los esposos y las esposas deben ser mutuamente respetuosos y sujetarse el uno al otro (Efesios 5:21). Al mismo tiempo, Dios ha establecido una línea de autoridad para guardar un orden.

Es importante involucrar a los hijos en la familia y el ministerio de la iglesia cuando son jóvenes. Asistir con regularidad a una iglesia bíblica (Hebreos 10:25), permitirles ver y estudiar la Palabra, así como estudiarla con ellos. Platicar con ellos sobre el mundo a su alrededor cómo ellos lo ven, y enseñarles acerca de la gloria de Dios a través de la vida diaria. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”

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