“Nuestras familias están siendo separadas”, dijo un activista durante la información del presidente estadounidense sobre la reforma migratoria.
(Internet / Edición www.soloparatiradio.com).- La estrategia del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, era acusar a la oposición republicana de estar frenando el avance de una reforma migratoria en el Congreso, pero su plan se vio desbaratado cuando un activista interrumpió hoy su discurso para increparle por las deportaciones récord de su gobierno.
“Presidente necesitamos su ayuda (…) nuestras familias están siendo separadas (…) por favor, use su autoridad ejecutiva para detener la deportación de todos los inmigrantes indocumentados ahora mismo”*, empezó a decir un joven activista que estaba situado detrás del podio donde Obama pronunciaba este lunes en San Francisco un discurso centrado en sus esfuerzos por lograr una reforma migratoria.
Aunque los grupos proinmigración han reconocido de forma reiterada los esfuerzos del gobierno de Obama por lograr una salida legal a los 11,7 millones de indocumentados que hay en el país, a la par le reprochan las deportaciones que los servicios migratorios han realizado durante su mandato, y que alcanzan cifras récord de unos 400.000 al año.
“PARE LAS DEPORTACIONES”
Según muchos de estos grupos, Obama podría mediante una orden ejecutiva reducir estas cifras, como de hecho ya hizo al ordenar una mayor discreción en las deportaciones para evitar separar a familias, pero el mandatario negó hoy tener esa capacidad presidencial.
Tras ello, Obama intentó continuar su discurso, pero las constantes interrupciones del joven, que empezó a gritar “¡Pare las deportaciones, pare las deportaciones!” lo obligaron a detenerse y, volviéndose hacia quien lo estaba interrumpiendo, en tono serio le rebatió y recriminó.
“Lo que tiene que saber es que si de verdad pudiera resolver todos estos problemas sin tener que aprobar leyes en el Congreso, lo haría. Pero somos un país de leyes”, le replicó Obama, quien a la par impidió sin embargo que su equipo se llevara al activista pese a que éste no paraba de increparle.