Michael Martin, un ciudadano estadounidense residente en Baltimore también conocido como DaddyOFive, ha perdido la custodia de sus hijos por culpa de una serie de vídeos que compartía en YouTube en los que se le veía humillando a sus hijos. Martin, junto a su pareja, se dedicaba a gastar bromas muy pesadas a su progenie y luego grababa sus reacciones.
Las grabaciones se publicaban en el canal DaddyOFive, que actualmente tiene casi 800.000 suscriptores, una gigantesca audiencia que generaba beneficios económicos a Martin.
Los vídeos más polémicos ya han sido retirados. Algunos de ellos tenían títulos tan explícitos como “Niño se traga la comida más asquerosa del mundo” y “Papá destruye la videoconsola de su hijo”.
Otros usuarios del portal de vídeos han creado recopilaciones de los peores momentos de Martin con sus cinco hijos, todos ellos menores y con edades comprendidas entre los 9 y los 17 años, como una que circula aun en las redes de Philip DeFranco.
Martin y su pareja, que es la madrastra de sus hijos, han grabado un vídeo de tres minutos pidiendo disculpas a los usuarios de YouTube. “Nos hemos dado cuenta de que hemos tomado terribles decisiones como padres. Entendemos y respetamos cómo la gente se siente y estamos de acuerdo en que hemos mostrado en internet cosas que no deberíamos haber colgado”, aseguran.
Los vídeos de DaddyOFive siempre tenían el mismo guión. Primero, alguno de los adultos presentaba la broma. Luego, los hijos se enfrentaban a algún tipo de situación desagradable: o su consola aparecía destrozada, o les servían comida infecta o recibían una reprimenda por algo que no habían hecho. Las grabaciones casi siempre terminaban con los menores llorando desesperados por lo vivido, y con los padres riéndose a carcajadas.
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A pesar de que algunos de los vídeos obtuvieron más de 700.000 reproducciones, no hubo ningún tipo de polémica hasta que el youtuber Philip DeFranco denunció los hechos y los tildó de ‘maltratadores’.
Según informa The Washington Post, Rose Hall, la madre biológica de dos de los menores, solicitó en octubre la custodia de los niños cuando descubrió qué es lo que estaba ocurriendo con ellos en Internet. Hace apenas unos días consiguió que se fueran a vivir con ella.
APUNTE DEL EDITOR
No entendemos que puede pasar por la mente de este señor para tratar así a sus hijos, no hay palabras para describir esta actitud. Sobre todo haciéndolo público en la internet. Que nos pasa?. De igual forma que duda cabe, la paternidad puede ser una difícil y espantosa experiencia, pero una de las cosas más plenas y compensadoras que podamos llegar a hacer. Dios tiene mucho que decir acerca de la manera en que podemos criar exitosamente a nuestros hijos para que sean individuos piadosos. La primera cosa que debemos enseñarles es la verdad acerca de la Palabra de Dios.
Junto con el amor a Dios y el ser un buen ejemplo al comprometernos con Sus mandamientos, necesitamos “Repetirlos una y otra vez a nuestros hijos. Hablar de ellos cuando estés en casa y cuando vayas de camino, cuando descanses y cuando te levantes de nuevo. Atarlos a tus manos como un recordatorio y ponerlos en tu frente. Escribirlos en los postes de tu casa y en tus puertas.” (Deuteronomio 6:7-9). Al seguir figurativamente estos mandamientos que Dios dio a los hebreos, enseñamos a nuestros hijos que la adoración a Dios debe ser constante, no reservada para el domingo por la mañana o las oraciones nocturnas.
Aunque nuestros hijos aprendan mucho a través de la enseñanza directa, ellos aprenden mucho más observándonos. Esto es por lo que debemos ser muy cuidadosos en todo lo que hacemos. Debemos primeramente conocer el papel que Dios nos dio. Los esposos y las esposas deben ser mutuamente respetuosos y sujetarse el uno al otro (Efesios 5:21). Al mismo tiempo, Dios ha establecido una línea de autoridad para guardar un orden.
Es importante involucrar a los hijos en la familia y el ministerio de la iglesia cuando son jóvenes. Asistir con regularidad a una iglesia bíblica (Hebreos 10:25), permitirles ver y estudiar la Palabra, así como estudiarla con ellos. Platicar con ellos sobre el mundo a su alrededor cómo ellos lo ven, y enseñarles acerca de la gloria de Dios a través de la vida diaria. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”