Pero el horario no lo es todo, también importan las calorías que se distribuyen en todos los tiempos de comidas.
El desayuno podría contribuir a la pérdida de peso, dependiendo de qué tan balanceados y variados son los alimentos y cuántos tiempos de comida se tienen.
Un primer estudio publicado en el Journal of Nutrition siguió a 96.000 personas en los Estados Unidos y Canadá, en base a cuestionarios que exploraban también estilo de vida, dieta y enfermedades. Hallaron que los participantes que hicieron del desayuno su comida más grande, tenían menos probabilidades de tener sobrepeso u obesidad en comparación con aquellos que comieron su comida más grande en el almuerzo o la cena.
“A lo largo del día tu cuerpo está en constante actividad y tu metabolismo está mucho más activo, pero cuando ingieres una última comida en la noche, ese proceso de digestión no termina de hacerse, porque el metabolismo baja y hace que aproveches los nutrientes de manera diferente, no gastas calorías y el cuerpo las guarda“, explica la licenciada en nutrición y dietética Sara Abu Sabbah.
Pero el horario no lo es todo, también importan las calorías que se distribuyen en todos los tiempos de comidas. Así lo demuestra otro estudio del 2013 publicado en la Revista Obesity, que evaluó a 93 mujeres con sobrepeso y obesidad sujetas a dietas durante 12 semanas.
Las participantes debieron consumir 1.400 calorías al día, pero quienes tuvieron su comida más grande por la mañana, perdieron dos veces y media más peso que las mujeres que comían grandes cenas.
Es decir, pueden ser de 3 a 5 comidas al día, pero las calorías totales son las mismas y su distribución diferente. Tomemos como referencia que una persona sana puede ingerir un promedio de 2000 calorías diarias.
“No es tanto cuántas calorías comes, sino cuántas en el total del día estás usando, y si tu última comida es más copiosa. De noche debe ser más ligera, para permitir el descenso de peso“, señala Abu Sabbah.
RECOMENDACIONES
Independientemente de la edad, cualquier persona que quiera aprender cuánto y qué comer, debe acudir con un nutricionista que le indicará cuántas veces necesita comer al día. “Un adulto sedentario puede comer tres veces al día; en cambio, un adulto joven requiere de cinco comidas por los horarios extendidos de actividad que realiza”, dice la especialista.
También se toma en cuenta el tiempo que pasa entre comidas, que como máximo debería ser de 6 horas. De lo contrario, conviene una merienda.
El desayuno es de las comidas más importantes. “Está conformado por una fruta fresca; una fuente proteica como huevo, queso, carne, empanada; otra fuente de almidón -de preferencia integral- como la quinua, la avena, el pan, la masa de la empanada, el camote. Buscar alimentos menos procesados“, sugiere Abu Sabbah.
Si se quieren controlar las calorías, pues habrá que optar por las versiones bajas en grasas. Por ejemplo, comer una ensalada de fruta con yogurt y granola, pero si quiero perder peso, el yogurt debe ser descremado natural sin grasa y no colocar miel. De lo contrario puede ser un yogurt entero e incluir la miel.
Y no dejes de incluir la fruta, que contiene vitamina, minerales, fibras y azúcares. “Es una fuente inmediata de energía, te va a activar. Mejor si es fruta entera o picada“, señala la experta.
Ya lo sabes, es mejor no saltarte el desayuno y evita comer por ansiedad. Acude a un especialista en nutrición si quieres que te oriente sobre la mejor forma de comer. Recuerda que no existe una regla, la recomendación es individual y personalizada.
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