Hacía mucho tiempo que el delantero español no conseguía un doblete, concretamente desde abril del 2009 cuando todavía militaba en las filas del Liverpool.
(Internet / Edición www.soloparatiradio.com).- La victoria del Chelsea en el torneo europeo de fútbol de la Champions League por 5-0 sobre el Genk belga, no sólo supone un gran paso en la fase de clasificación para los dirigidos por Villas Boas, si no un gran éxito para Fernando Torres.
El jugador ibérico conocido como “El Niño Torres”, que había estado viviendo uno de los momentos más difíciles de su carrera debido a las críticas que le llegaban, tanto de Inglaterra, como de España con la Selección.
Sin embargo, tras una oración que hizo su compañero el evangélico brasileño David Luiz, todo cambió para el delantero del Chelsea, gozando de la confianza de su técnico y de la bendición de su compañero. Torres, marcó su primer doblete con la camiseta de los Blues, abriendo así, su particular cuenta goleadora esta temporada en la Champions.
Hacía mucho tiempo que el delantero español no conseguía un doblete, concretamente desde abril del 2009 cuando todavía militaba en las filas del Liverpool inglés.
No sabemos si este será el comienzo de una nueva etapa en la carrera futbolística del delantero español, pero sí la oración y la bendición de Dios a través de la oración que hizo a su favor David Luiz, le ayudó a Fernando Torres, en ese pasado partido del 20 de Octubre que le permitió que se levantara de su mala racha futbolística.
NOTA IMPORTANTE
Hay una idea errónea en el cristianismo contemporáneo, de que aquellos que ofrecen oraciones intercesoras por otros, son una clase especial de super-cristianos, llamados por Dios para un ministerio de intercesión. Nada podría estar más lejos de la verdad. La Biblia es clara en que todos los cristianos son llamados a ser intercesores. Todos los cristianos tenemos al Espíritu Santo en nuestros corazones, y, así como Él intercede por nosotros de acuerdo con la voluntad de Dios (Romanos 8:26-27), nosotros debemos interceder unos por otros. Esto no es un privilegio limitado a una exclusiva élite de cristianos; este es un mandato para todos. De hecho, el no ofrecer intercesión por otros, es pecado. “Así que, lejos sea de mí que peque yo contra Jehová cesando de rogar por vosotros.” (1 Samuel 12:23).
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. (Mateo 5:16)